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Longchen Rabjam fue contemporáneo del Tercer Karmapa, Rangjung Dorje. 
Ambos tenían el mismo maestro, 
el gran vidyadara del dzogchen conocido como Kumararaja.
Por lo tanto, 
el Karmapa Rangjung Dorje sostuvo los linajes del Mahamudra y de la Gran Perfección. 
Debido a que tuvieron el mismo maestro, 
Long­chen Rabjam y Rangjung Dorje eran hermanos del darma. 
A pesar de esta situación,
Longchen Rabjam recibió de Rangjung Dorje aclaraciones en muchos puntos 
sobre cómo eliminar obstáculos y conseguir incremento.

Un amanecer, 
mientras Rangjung Dorje estaba en estricto retiro 
en una pe­queña choza bajo el saliente de una montaña 
que dominaba su monasterio en Kham, llamado Karma Gon, 
Vimalamitra se le apareció con su cuerpo de sabi­duría, 
que es una forma compuesta de luz de arco iris. 
Vimalamitra se disolvió en el entrecejo de Rangjung Dorye. 
Después de esto, 
Rangjung Dorje escribió lo que hoy es conocido como Karma Ningtig 
o la Esencia del Corazón del Karmapa, 
que es un sistema completo de enseñanzas de Dzogchen. 
Rangjung Dorje era co­nocido como un maestro de Mahamudra pero, 
en realidad, practicó tanto el Mahamudra como el Dzogchen.

Lo mismo es cierto en el caso de Milarepa, quien una vez cantó: 
"Ahora os cantaré la historia de cómo me volví loco. 
Primero Tilo Sherab Sangpo, Prajnabadra, se volvió loco. 
Después de él, Naropa, el gran pandita, se volvió loco. 
Des­pués de él, el gran traductor, Marpa, se volvió loco. 
¡Ahora, yo, Milarepa, también estoy loco! 
La viciosa influencia demoníaca de las enseñanzas del camino medio me ha vuelto loco por delante. 
Las insanas enseñanzas del Mahamudra me han vuelto loco por detrás. 
¡El demonio de la gran perfección en mi corazón me ha vuelto totalmente loco! 
De ese modo es como he llegado a estar loco ahora". 
En realidad, no solo Milarepa, 
sino que la mayoría de los maestros han practicado los dos sistemas de Mahamudra y de Dzogchen. 

En el linaje Kagyu se dice que:
"los cachorros de la leona de las nieves son a me­nudo más eminentes que su madre". 
Frecuentemente los discípulos consiguen tener más influencia que sus maestros. 

 

Thopaga, has estado distraido.

Thopaga, ya es el séptimo día.
¿Ya hay algún signo de éxito?
-     Lama, le pido continuar durante siete días más.
Has estado distraído.
En la oscuridad,
 si la mente no tiene ningún control,
los pensamientos se vuelven fuertes y descontrolados y las visiones surgen del caos.
Si te quedas atrapado por estas ilusiones, no lograras nada.
 
[..] Cuando entendéis esto y experimentáis verdaderamente el estado de calma y el movimiento como siendo lo mismo, o como aspectos del mismo principio indi­visible, ello es la Mahamudra real. 
Esto no quiere decir que sólo permanecemos en un estado de vacuidad.
Cuando hablamos de mantenernos en el estado de Mahamudra, 
significa que nos encontramos en el estado de transformación, 
en el estado de claridad en el cual no se encuentra el juzgar, el pensar, el crear o el bloquear nada. 

En este estado tenemos la completa capacidad de permanecer integrados en cualquier movi­miento que surja, 
tanto si estamos caminando, trabajando o llevando a cabo cual­quier actividad. 
Todas nuestras actividades devienen Mahamudra.

Seguramente habéis leído uno de los cantos de Milarepa, en el cual canta: 
«Cuando voy a cargar agua, 
¿qué es lo que hago? 
¡Cargar agua es Yantra para mí! 
Cuando me levanto al despertar, 
¿qué es lo que hago? 
Despertarme del sueño es Yantra.»
Cuando practicamos en este nivel, todas nuestras actividades son Yantra, 
y no necesitamos ningún otro Yantra. 
¿Por qué toda nuestra actividad se convierte en Yantra? 
Para un practicante de este nivel, 
cada actividad se ve gobernada por el conocimiento de cómo permanecer en el estado de integración. 
Lo que aprende­mos en Tantra es a conocer el valor del movimiento 
y a cómo incorporar el movi­miento en la práctica de contemplación.[..]

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