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[..] Cuando entendéis esto y experimentáis verdaderamente el estado de calma y el movimiento como siendo lo mismo, o como aspectos del mismo principio indi­visible, ello es la Mahamudra real. 
Esto no quiere decir que sólo permanecemos en un estado de vacuidad.
Cuando hablamos de mantenernos en el estado de Mahamudra, 
significa que nos encontramos en el estado de transformación, 
en el estado de claridad en el cual no se encuentra el juzgar, el pensar, el crear o el bloquear nada. 

En este estado tenemos la completa capacidad de permanecer integrados en cualquier movi­miento que surja, 
tanto si estamos caminando, trabajando o llevando a cabo cual­quier actividad. 
Todas nuestras actividades devienen Mahamudra.

Seguramente habéis leído uno de los cantos de Milarepa, en el cual canta: 
«Cuando voy a cargar agua, 
¿qué es lo que hago? 
¡Cargar agua es Yantra para mí! 
Cuando me levanto al despertar, 
¿qué es lo que hago? 
Despertarme del sueño es Yantra.»
Cuando practicamos en este nivel, todas nuestras actividades son Yantra, 
y no necesitamos ningún otro Yantra. 
¿Por qué toda nuestra actividad se convierte en Yantra? 
Para un practicante de este nivel, 
cada actividad se ve gobernada por el conocimiento de cómo permanecer en el estado de integración. 
Lo que aprende­mos en Tantra es a conocer el valor del movimiento 
y a cómo incorporar el movi­miento en la práctica de contemplación.[..]


[..] En general, Tantra es una palabra sánscrita usada también en el hinduismo; pero aunque se utiliza la misma palabra, no siempre posee el mismo significado. En las enseñanzas tántricas de la tradición budista, tantra significa nuestra condición real. En sentido real, tantra significa «continuidad», o «continuación». ¿Qué significa continuidad de nuestra naturaleza real? Significa un reconocimiento o comprensión de nuestro nivel de energía.

Por ejemplo, tenemos infinitos pensamientos, tanto buenos como malos. Poseemos también una noción de bueno y malo, pero la raíz de estos pensamientos está relacionada con nuestra energía, una especie de movimiento del pensamiento, cuya fuente es parte de nuestra condición real. Si observamos un pensamiento, ¿dónde se encuentra? ¿dónde va? 

Cuando lo observamos, no podemos encontrar nada.
Lo que siempre encontramos es la vacuidad, la condición real de todas las cosas, el Dharmadhatu.

Inmediatamente después de un pensamiento, surge otro pensamiento. Cuando observamos este segundo pensamiento, éste desaparece y tan sólo encontramos la vacuidad. Inmediatamente después de esto, surgen el tercer y el cuarto pensamiento, y esto continúa infinitamente. Tenemos este movimiento infinito porque poseemos ese potencial, esa energía, en nuestra naturaleza. Éste es el verdadero significado de continuación -continuación de vacuidad y movimiento, energía y movimiento, una y otra vez, sin interrupción. Este conocimiento y comprensión es el principio de la enseñanza tántrica y está sobre todo relacionado con nuestro nivel energético.

Aunque no fue transmitida por el Buda en el nivel físico, esta enseñanza fue transmitida a través de su manifestación. Éste es un rasgo característico de la enseñanza tántrica. Aquellos que siguen este tipo de enseñanza necesitan una mayor capacidad para seguirla y comprenderla. 


El nivel físico es siempre más fácil de entender. Por ejemplo, si vemos llegar a alguien, lo que vemos es su cuerpo físico; no es tan fácil ver el nivel energético de esa persona. Si alguien no poseyera un cuerpo físico, sino que sólo fuera energía o mente, no seríamos capaces de verle. Si lo viéramos significaría que poseemos una capacidad especial. Esto es un ejemplo de como la energía es más difícil de comprender.[..] 
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