(MahasiddhaS Damarupa y Kanha).
Entrada creada con motivo 
de que hoy es el día 
en el que se celebra el aniversario 
del señor de todos los Rigdzin
el gran Vidyadhara  
Garab Dorje 
[..] Durante la niñez, distraídos por el juego; en la flor de la vida, un cuerpo joven abstraído por el deseo; 
ya canoso y poblado de arrugas, próximo a la muerte: 
Esta vida humana pasa inútilmente, 
¡amigos de mi corazón!
En este mundo, cada minuto,
día y noche, cada instante es fugaz.
Unos nacen, otros mueren,
unos se sienten felices, otros desgraciados,
unos lloran, otros ríen, etcétera:
Viendo que todas las cosas son tan impermanentes como el re­lámpago,
es tan triste permanecer despreocupado y 
negligente dando por supuesto que uno ha adquirido el poder de la vida diamantina
y que vivirá hasta la venida del Buda Maitreya.
¡No permanezcáis, pues, indiferentes, amigos de mi corazón!
La naturaleza de todas las cosas es ilusoria y efímera. 
Aquéllos de percepción dualista consideran el sufrimiento como felicidad,
como quienes lamen la miel en el filo de una hoja de afeitar. 
¡Cuán dignos de compasión los que se aferran con todas sus fuerzas a la realidad concreta! 
¡Dirigid la atención hacia vuestro interior, amigos de mi corazón!
Cuando eres feliz, todo parece muy agradable, cuando no lo eres, todo es amenazador y opresivo, los estados de ánimo de los humanos son como la luz y la som­bra en una cordillera montañosa iluminada por el sol. No hay nadie en quien depender en esta ocasión, así que, 
¡depended de vosotros mismos, amigos de mi corazón!
Esta vida humana, libre y bien dotada, es como una joya que colma los deseos, 
no regreséis con las manos vacías de la isla de las piedras pre­ciosas, 
¡amigos de mi corazón!
Aquí, en esta gran ciudad de los seis reinos de existencia, 
comparable a una isla de demonios, un nido de víboras, o un infierno de fuego insoportable, 
considerad el modo en que constantemente nos oprime el sufri­miento, 
¡amigos de mi corazón!
Si nos falta atención, seremos destruidos por demonios ladrones.
Las incontables acciones positivas de esta vida y las futuras se logran mediante la atención, 
así pues, recordad siempre la presencia alerta de la mente, 
¡amigos de mi corazón!
Manteniendo constantemente la alerta, la atención y la vigilancia, proteged vuestro samaya, 
amigos de mi corazón. 
Si eres puro en tu interior, todo es puro en el exterior, 
tened pues una visión pura de todas las cosas, 
¡amigos de mi co­razón!
El supremo campo de mérito y modelo del camino, es la sanga conductora,
no caigáis pues en las visiones erróneas y la crítica, amigos de mi corazón.
Por muy imperfecto que llegue a ser un discípulo de Buda,
cien seres comunes no conseguirán igualarle,
así que servidles y respetadles siempre, 
¡amigos de mi corazón!
Puesto que no se sabe quiénes son 
los seres espiritualmente ele­vados,
no trates de coger nada en la oscuridad 
como si fueras un ciego, amigos de mi corazón.
Puesto que desconocéis donde mora el yogui oculto, 
debéis venerar a todos, 
¡amigos de mi corazón!
De una pequeña acción positiva, surgirá un gran beneficio, 
no despreciéis pues las acciones sencillas, amigos de mi corazón. 
Quienquiera que oyendo tan sólo el nombre del Buda, 
levante una mano en signo de respeto,
habrá plantado la semilla de la Iluminación perfecta, se ha dicho. 
Así que no os confundáis nunca, 
¡amigos de mi corazón!
Si no reconocemos al maestro en su presencia, 
y le hacemos súplicas después desde la distancia, es demasiado tarde.
Cuando tenemos un lama pero no meditamos en sus instruccio­nes medulares, 
de nada sirve tener pensamientos vanos más tarde. 
Si no se practica el divino darma en esta vida, en las vidas futuras será difícil, 
¡amigos de mi corazón!
Oh, todos los seres ignorantes de los tres reinos vagan en transmigración, 
entre las fauces de los demonios de la transitoriedad de la triple existencia, pero, 
¡ay!, no se dan cuenta de ello.
Mañana o esta noche, ¿quién sabe cuándo llegará la muerte? 
Aun así, nadie se preocupa por eso, todos siguen en la negligencia y la complacencia. 
Oh, ¡cuán lamentable el modo en que los seres se engañan a sí mismos!
Dirigid vuestra atención hacia dentro, examinaros a fondo, y emprended lo que es significativo, 
vosotros que sois llamados amigos de mi corazón.
Deprisa, deprisa, 
practicad el dharma transcendente y no miréis al futuro,
practicad el sublime dharma inmediatamente, 
¡amigos de mi co­razón! [..]
 
Extracto de:

Un Canto Espontáneo a mi Mujer.
La Sagrada Esencia Fundamental de las Instrucciones Medulares.
Consejo en forma de un canto a mi mujer Damcho Sangmo.
Traducido por Surya Das, David Christensen y Corinna Chung, 1986

[..]Cuando el gran maestro Padmakara, un mantradhara poseedor de la bendita tradición de las enseñanzas, permanecía en la ermi­ta Perla de Cristal en Pamagong, la dama Tsogyal, princesa de Kharchen, solicitó sus instrucciones. En aquella ocasión, enseñó esta Guirnalda de cristal de la práctica perfecta para el beneficio de las futuras generaciones. ¡Gentes de tiempos futuros, prestad atención!
El maestro nirmanakaya Padma dijo: Si practicas el dharma de corazón, necesitas tener un auténtico maestro digno de con­fianza, un maestro espiritual perfecto con la transmisión intacta de un linaje puro.
Si tu maestro es falso, las instrucciones serán erróneas y todo tu adiestramiento será pervertido. Como eso sería extremada­mente peligroso, es esencial que encuentres un maestro cualifi­cado. ¡Tenlo presente!
La dama Tsogyal preguntó: Qué se entiende por transmi­sión intacta del linaje
El maestro nirmanakaya respondió: Se necesita un linaje que sea la transmisión intacta de la iluminación desde el dharmakaya, sambhogakaya y nirmanakaya. El linaje del maestro Padma es así. El dharmakaya Samantabhadra transmitió al sambhogakaya Amitabha, quien a su vez transmitió la consciencia por medio de los medios hábiles al nirmanakaya Padmakara. Mujer, has recibido las palabras del nirmanakaya en persona. Estás dotada de la trans­misión del linaje así como de sus bendiciones.

El maestro nirmanakaya Padma dijo:
Los maestros no deben dar el consejo del corazón a discípulos inadecuados que carecen del vínculo kármico.
La dama Tsogyal preguntó: Qué significa eso
El maestro respondió: Esas personas no respetan a su maes­tro e intentan engañosamente obtener las enseñanzas. Habiéndolas recibido, dicen que provienen de una fuente dife­rente dejando que las instrucciones orales se pierdan. No cum­plen el mandato del linaje. Puesto que no practican, impartirles las profundas enseñanzas es lo mismo que arrojar oro puro por la cloaca. Tales discípulos no son un recipiente adecuado para las instrucciones. Puesto que no las comprenden y carecen de con­vicción, serán incapaces de retenerlas. Al dar las instrucciones orales a personas inadecuadas, las enseñanzas pasarán a ser sólo palabras escritas en libros, distorsionando de ese modo el dhar­ma. Al darlas a un recipiente inadecuado, las enseñanzas serán dañadas. No hay necesidad de ello. El mantener las profundas en­señanzas es esencial, como lo es examinar hábilmente el carácter de los discípulos. ¡Tenlo presente!

El maestro nirmanakaya Padma dijo: No enseñes el dharma a personas que sostengan ideas erróneas.
La dama Tsogyal preguntó: Qué hay de malo en esto
El maestro respondió: Esas personas inadecuadas no com­prenden los puntos vitales de la instrucción oral. Puesto que ca­recen de la transmisión del linaje, su mente no se unirá al dhar­ma y su carácter se corromperá. Enseñar el dharma a personas que son hábiles en áridas especulaciones intelectuales y se aferran a sofismas, resultará en la denigración del dharma. Al deni­grar el dharma, el que lo hace acumula karma negativo, y tú mis­ma, al enfadarte por ello, también lo acumularás. Así, tanto el maestro como el discípulo acumularán karma negativo a costa del dharma. No hay necesidad de ello.
No hagas de las profundas instrucciones un objeto de com­praventa sino que practica con perseverancia en lugares remotos y une tu mente con el dharma.

El maestro nirmanakaya Padma dijo: No tengas seguidores que permitan que las enseñanzas se pierdan.
La damaTsogyal preguntó: Qué significa eso
El maestro respondió: Las personas de negocios, que disfru­tan con las ganancias mundanas y la reputación, están demasiado ocupadas con sus necesidades diarias y no permiten que la prácti­ca sea su actividad principal. Están satisfechas con sólo haber 'practicado', 'recibido', o 'comprendido' el dharma. A la mínima probabilidad de obtener una pizca de ganancia o fama, alimento o riqueza, disfrute o respeto, no ocultarán las enseñanzas incluso si han recibido el mandato del secreto por parte del gurú. En vez de ello, explicarán las enseñanzas sin la más mínima precaución mezclándolas con falsedad y charlatanería. No impartas las ins­trucciones orales a discípulos o seguidores que, como los charla­tanes, utilizarán al maestro y al dharma. Las enseñanzas del dhar­ma se corromperán. No hay necesidad de dar el néctar de la in­mortalidad a otros sin que tú lo hayas bebido, dalo sólo a aqué­llos con sincero interés. Al corromper las profundas enseñanzas del mantra secreto no se recibirá bendición alguna, la madre y hermana dakinis se molestarán y se producirán obstáculos. ¡Tenlo presente!

El maestro nirmanakaya Padma dijo: Extrae el néctar de las instrucciones orales y dalo a las personas dignas que posean la continuidad kármica de una práctica anterior, que deseen seguir
su sentido sagrado desde el fondo del corazón y lo vayan a practi car con perseverancia.
La damaTsogyal preguntó: Qué significa eso
El maestro respondió: Tales personas, considerando al maes­tro como un buda, tienen gran devoción. Percibiendo las instruc­ciones orales como un néctar, están convencidas. Estando sus mentes libres de duda, consideran a las enseñanzas como la pre­ciosa joya que colma todos los deseos. Percibiendo la miseria de las actividades samsáricas como un veneno, se ejercitan en la práctica pensando en el futuro. Viendo que las actividades de esta vida son fútiles, tienen gran fortaleza y perseverancia en su in­tento de alcanzar la insuperable iluminación. Tales personas no­bles, no contaminados por los defectos de la competitividad y la codicia de ganancias materiales y prestigio, son los sublimes des­cendientes espirituales de los victoriosos. Si impartes las instruc­ciones completas a tales personas, será beneficioso tanto para ti misma como para los demás. ¡Tenlo presente!

Un recipiente inapropiado no puede contener la leche de un león de las nieves. Pero cuando ésta se vierte en una jarra de oro, posee propiedades maravillosas.[..]
http://www.libreriaalef.com/cgi-vel/sinlib/FICHA-DEL-LIBRO.PRO?ID-SESION=&ID-CESTA=0&LIBRO=125969
- Esta entrada esta inspirada tanto en el comentario que hice algunos días atrás en una entrada que recogía estas cuestiones,  como en una entrada que he leído esta mañana en el mismo blog que sigo y que me hizo reflexionar sobre estos asuntos.




[..] Pasó ya el tiempo en que quería CONVENCER a los demás.
Me he dado cuenta de que cada uno debe estar dispuesto al cambio y
convencerse a sí mismo cuando la vida le hace plantearse ciertas preguntas.

Los defectos que pueda ver en los demás,
no son más que mis propios defectos reflejados en los demás,
por tanto si te digo que reflejan mis propias faltas e impurezas,
creo sinceramente que es así,
y que debo trabajar para corregirlo en mi mente.



También sé que las buenas cualidades que veo en los demás,
son mis propias buenas cualidades reflejadas en los demás,
por tanto si te digo que reflejan mis propias virtudes y méritos,
creo honradamente que es así,
y que debo desarrollarlas para el beneficio ser*.

("'no-dual: todos los seres y cosas).[..]
Composición elaborada a partir de una instrucción recibida el 26-11-09.
por un viejo amigo del dharma, que vive cerca de la falda del Montseny,
a su vez esta explicación esta sustentada en alguna reflexión extraída del libro


¡FELIZ DESPERTAR!
Longchen Rabjam fue contemporáneo del Tercer Karmapa, Rangjung Dorje. 
Ambos tenían el mismo maestro, 
el gran vidyadara del dzogchen conocido como Kumararaja.
Por lo tanto, 
el Karmapa Rangjung Dorje sostuvo los linajes del Mahamudra y de la Gran Perfección. 
Debido a que tuvieron el mismo maestro, 
Long­chen Rabjam y Rangjung Dorje eran hermanos del darma. 
A pesar de esta situación,
Longchen Rabjam recibió de Rangjung Dorje aclaraciones en muchos puntos 
sobre cómo eliminar obstáculos y conseguir incremento.

Un amanecer, 
mientras Rangjung Dorje estaba en estricto retiro 
en una pe­queña choza bajo el saliente de una montaña 
que dominaba su monasterio en Kham, llamado Karma Gon, 
Vimalamitra se le apareció con su cuerpo de sabi­duría, 
que es una forma compuesta de luz de arco iris. 
Vimalamitra se disolvió en el entrecejo de Rangjung Dorye. 
Después de esto, 
Rangjung Dorje escribió lo que hoy es conocido como Karma Ningtig 
o la Esencia del Corazón del Karmapa, 
que es un sistema completo de enseñanzas de Dzogchen. 
Rangjung Dorje era co­nocido como un maestro de Mahamudra pero, 
en realidad, practicó tanto el Mahamudra como el Dzogchen.

Lo mismo es cierto en el caso de Milarepa, quien una vez cantó: 
"Ahora os cantaré la historia de cómo me volví loco. 
Primero Tilo Sherab Sangpo, Prajnabadra, se volvió loco. 
Después de él, Naropa, el gran pandita, se volvió loco. 
Des­pués de él, el gran traductor, Marpa, se volvió loco. 
¡Ahora, yo, Milarepa, también estoy loco! 
La viciosa influencia demoníaca de las enseñanzas del camino medio me ha vuelto loco por delante. 
Las insanas enseñanzas del Mahamudra me han vuelto loco por detrás. 
¡El demonio de la gran perfección en mi corazón me ha vuelto totalmente loco! 
De ese modo es como he llegado a estar loco ahora". 
En realidad, no solo Milarepa, 
sino que la mayoría de los maestros han practicado los dos sistemas de Mahamudra y de Dzogchen. 

En el linaje Kagyu se dice que:
"los cachorros de la leona de las nieves son a me­nudo más eminentes que su madre". 
Frecuentemente los discípulos consiguen tener más influencia que sus maestros. 

 
[..] El samaya del dzogchén, 
exige continuar ininterrumpidamente en el estado de rigpa o Verdad
más allá de todo juicio y de todo tipo de dualismo.
 
Como señala Namkhai Norbu en 
La vía de autoliberación y nuestra total plenitud y perfección, 
mientras que en la vía tántrica 
se habla de diez principios esenciales que son:
 la transformación en la divinidad, 
el uso del mantra, los mudra, el samadhi, las ofrendas, 
el samaya y así sucesivamente, 

en la enseñanza dzogchén se habla de 
las «diez nadas» o «diez ausencias», 
que no es otra cosa que la negación 
de los diez principios esenciales del tantrismo. 

La enseñanza dzogchén niega el principio tántrico del samaya, 
no porque en ella no exista tal principio, 
sino porque su tipo de samaya 
es muy distinto del que existe en el tantrismo 
—y sobre todo porque cumplirlo 
implica encontrarnos en un estado libre de juicios, 
¡lo cual implica que no podemos emitir un juicio 
acerca de si estamos o no cumpliendo nuestro compromiso—. 

De hecho, el principio del samaya de la enseñanzas dzogchén 
se explica en términos de los «cuatro mepa»190 o «no hay»: 
(1) «no hay samaya»; 
(2) «Presencia no-dual ininterrumpida»;191 
(3) «Estado único», y
(4) «autoperfecto» o «lhundrub».192 

El primero es «mepa» o «no hay samaya» porque, 
a fin demantener ciertos preceptos, 
tendríamos que hacer funcionar el observador mental 
que juzga nuestra conducta, 
lo cual interrumpiría el estado de rigpa o Verdad 
que los otros tres principios nos obligan a mantener: 
como ha señalado Namkhai Norbu, 
estos tres pueden resumirse en la frase 
«siempre en la Presencia no-dual (del) estado único de Verdad y 
su autoperfección o lhundrub». 

Fue por estos mismos motivos que Tilopa
 dijo a Naropa 
a orillas del Ganges que :
«el samaya supremo se viola 
al pensar en términos de preceptos».

En el dzogchén cumplir con el samaya no es otra cosa, pues, 
que encontrarnos en el estado de rigpa o Verdad sin distraernos, 
e integrar todas las experiencias en dicho estado. 
Si no podemos evitarlo y nos distraemos, 
ello no significa que debamos sentirnos culpables 
por haber roto el samaya, 
pues sentir culpa también 
constituiría una violación del samaya 
en la medida en que implicaría 
la valorización-absolutización delusoria de un juicio: 
dicho samaya es «sin culpa» en la medida en que implica 
la superación del observador mental 
que juzga la conducta del individuo. 
El estado de rigpa o Verdad, como el espejo, 
se encuentra libre de la dualidad sujeto-objeto, 
del juicio de valor que aprueba o reprueba, 
de la aceptación y del rechazo. 

Sin embargo, 
ello no significa que debamos permitirnos la distracción; 
al notarla, 
tenemos que volver a la Presencia no-dual 
en el estado de rigpa o Verdad. 
Namkhai Norbu cuenta que una vez alguien preguntó 
al famoso maestro de dzogchén Iungtön Dorlle Pel
 en qué consistía su práctica, 
y éste contestó con el negativo «mepa» o «no hay».
Entonces su interlocutor volvió a preguntar asombrado
«¿entonces no meditas?», 
a lo que el maestro respondió 
«¿y cuándo estoy distraído? 

Esta es la esencia del samaya en la enseñanza dzogchén:
no meditar ni practicar algo con la mente y, 
sin embargo, jamás encontrarse distraído, 
pues se permanece ininterrumpidamente 
en la condición autoperfecta del 
estado único de rigpa o Verdad.

El hecho de que en el atiyana-dzogchén
el verdadero maestro sea el aspecto Visión o tawa de la vía, 
y de que el compromiso consista en encontrarse más allá del juicio
y por ende de pensar en términos de preceptos,
no significa que,
cuando el individuo no logre mantener la Contemplación
y en ella o él se manifieste la valorización-absolutización delusoria
no exista compromiso alguno con el maestro y c
on los otros practicantes.[..]

valga la redundancia:
El samaya del dzogchén, 
exige continuar ininterrumpidamente 
en el estado de rigpa o Verdad
más allá de todo juicio y de todo tipo de dualismo.
http://webdelprofesor.ula.ve/humanidades/elicap/es/Principal/Libros
[..] Tres formas de manifestación del aspecto «energía» de la base
El último de los tres aspectos de la base, que es la energía o tukllé,
se manifiesta de tres formas diferentes,
que son las formas dang, rölpa y tsel60 de manifestación de la energía.

(1) La forma dang de manifestación de la energía
carece, tanto de tangibilidad, comode color y forma; 
ella es el componente esencial de nuestros pensamientos burdos o discursivos, 
sutiles o intuitivos, y supersutiles.
(2) La forma rölpa de manifestación de la energía
también carece de tangibilidad, pero posee color y forma;  
ella es el componente esencial de las visiones que se le manifiestan a los yoguis, 
que parecen tan reales como los entes del mundo físico, 
pero son impalpables 
(cabe señalar también que —como se verá más adelante— 
ellas desafían los límites normales de la dimensionalidad).
(3) La forma tsel de manifestación de la energía
posee tanto tangibilidad como color y forma; 
ella es el componente esencial de lo que consideramos como el «universo material» 
con todos sus fenómenos aparentemente concretos.
Estos tres aspectos no están separados, 
ni existe abismo alguno entre ellos; 
por el contrario, 
ellos constituyen un continuo ininterrumpido e indiviso que se extiende desde la energía dang 
 hasta la energía tsel, con la energía rölpa ocupando el segmento medio del continuo. [..]
 JUEGO (RÖLPA)
[..] El aspecto rölpa (juego) de la energía, por su parte, carece de materialidad pero posee, sin embargo, forma y color. Este aspecto constituye el componente esencial de las visiones que se manifiestan en los estados especiales de conciencia de los yoguis y que desafían los límites habituales de nuestra percepción ordinaria. 
Rölpa se refiere a los fenómenos que parecen manifestarse c
omo si estuviesen en el exterior del sujeto o de la mente pero que emanan de su interior. [..] 

Maximum skill and stability trekchö.
[..] Puesto que el ilusorio sujeto mental está vinculado indisolublemente al semñí en tanto que cognitividad inherente al organismo, mientras que lo que aparece como objeto está asociado al chöñí (o sea, la dharmata), esta dinámica resulta en la integración del semñí en el chöñí a la que se hizo referencia arriba.
La dinámica implicada por la cualidad cual-espejo de la energía rölpa y el bardo de la dharmata resulta precisamente en la estabilización de la vivencia que hace patente que los «reflejos» no se encuentran a una distancia de la capacidad reflectante de aquél. En las palabras del maestro Namkhai Norbu
«Para emplear de nuevo la metáfora del espejo, esta realización del cuerpo de luz significa que uno ya no se encuentra en la condición de quien se refleja en un espejo y percibe dualísticamente su reflejo y en general la totalidad de lo reflejado, sino que se ha establecido en la condición del espejo mismo y su energía en su totalidad se ha manifestado como corresponde a la energía del espejo.»
La aprehensión correcta de la energía rölpa, de modo que la misma no parezca ser algo externo a un sujeto que la experimenta, es el sambhogakaya, segundo nivel de realiza-ción en el dzogchén; cuando esta condición de patencia de la indivisibilidad o yermé 286 de la cognitividad del individuo con respecto a lo que ella conoce se mantiene también en las percepciones de la energía tsel, de modo que ésta se aprehende correctamente, sin que se manifieste la ilusoria dualidad sujeto-objeto, ello constituye el nirmanakaya, el cual, como vimos, es el tercero de los niveles de realización en el atiyana.

Ahora bien, el hecho de que las formas luminosas inmateriales que se manifiestan en la práctica sean fenómenos de la energía rölpa y el hecho de que la aprehensión correcta de la energía rölpa constituya el sambhogakaya, no deben hacernos pensar que el cuerpo de luz que se obtiene en el momento de la muerte cuando se ha accedido a la cuarta visión del töguel, o el cuerpo vajra de la total transferencia que se manifiesta cuando se lleva la cuarta visión hasta su límite, siendo también formas luminosas inmateriales, sean simplemente formas sambhogakaya que resultan de este nivel de realización. De hecho, las formas a nivel sambhogakaya que puede manifestar un individuo totalmente realizado no son autónomamente activas, mientras que el cuerpo vajra de la total transferencia sí lo es. [..]
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