Entrada homenaje
por ser hoy el día
en que nació mi maestro raíz,
que tristemente ya trascendió.
En su recordatorio,
cito un fragmento de texto
de un libro sin igual.
copyright images; STEREOSCOPY.
[..] Hay muchos métodos diferentes para obtener la Introducción directa,
y no todos implican que debamos mirar hacia el interior del organismo;
sin embargo,
todos ellos están simbolizados
por el dedo con el que Garab Dorlle apunta a nuestro interior.
por el dedo con el que Garab Dorlle apunta a nuestro interior.
Una vez que se posee la Visión,
y sólo una vez que se posee la Visión,
se podrá continuar en ella y así seguir adelante
con el segundo y el tercer elemento de la vía en el dzogchén
—los cuales, como hemos visto,
son la Contemplación o gompa y el Comportamiento o chöpa—.
y sólo una vez que se posee la Visión,
se podrá continuar en ella y así seguir adelante
con el segundo y el tercer elemento de la vía en el dzogchén
—los cuales, como hemos visto,
son la Contemplación o gompa y el Comportamiento o chöpa—.
Ahora bien,
por lo general, después de que se ha obtenido la Introducción directa,
por lo general, después de que se ha obtenido la Introducción directa,
el error llamado avidya o marigpa vuelve a manifestarse;
si la Introducción directa no dejó en el alumno una seguridad indeleble
de que la verdadera condición de sí mismo
y todos los fenómenos es la que descubrió en la Introducción directa,
de que la verdadera condición de sí mismo
y todos los fenómenos es la que descubrió en la Introducción directa,
creerá que la visión dualista y substancialista condicionada por el error
llamado avidya o marigpa es la que es verdadera,
llamado avidya o marigpa es la que es verdadera,
y en consecuencia no podrá aplicar las instrucciones
que harían posible la liberación espontánea de dicha visión.
que harían posible la liberación espontánea de dicha visión.
De aquí que la segunda frase de Garab Dorlle sea «no permanecer en la duda»:
a fin de poder continuar en la vía,
es esencial que el alumno se encuentre seguro en todo momento
de que la verdadera condición de la realidad
es la que experimentó en la Introducción directa
(de lo que se trata es de la manifestación espontánea
de una certeza inconmovible acerca de la verdadera condición de la realidad
que se deriva de la vivencia directa de la misma,
y no de una decisión del individuo con respecto a la condición en cuestión;
a fin de poder continuar en la vía,
es esencial que el alumno se encuentre seguro en todo momento
de que la verdadera condición de la realidad
es la que experimentó en la Introducción directa
(de lo que se trata es de la manifestación espontánea
de una certeza inconmovible acerca de la verdadera condición de la realidad
que se deriva de la vivencia directa de la misma,
y no de una decisión del individuo con respecto a la condición en cuestión;
si el individuo tuviese que decidir algo,
ello implicaría que dicha certeza ya ha desaparecido,
y puesto que las decisiones son función del error,
aplicarlas no haría más que sostener dicho error).68
ello implicaría que dicha certeza ya ha desaparecido,
y puesto que las decisiones son función del error,
aplicarlas no haría más que sostener dicho error).68
Entonces y sólo entonces se podrá continuar en el estado de rigpa o Verdad,
aplicando el segundo y el tercer elemento de la vía —que,
como hemos visto, son la Contemplación o gompa y el Comportamiento o chöpa.
aplicando el segundo y el tercer elemento de la vía —que,
como hemos visto, son la Contemplación o gompa y el Comportamiento o chöpa.
Esto significa que el mero hecho de haber obtenido la Introducción directa
no es suficiente para continuar automáticamente en la vía;
si, después de la Introducción directa,
surge la duda y ya no se sabe si la verdadera naturaleza de la realidad
es la que se experimentó durante la Introducción
o la que corresponde a la ilusión dualista y substancialista,
el individuo tendrá que volver una y otra vez a la condición de la Introducción,
hasta que, incluso cuando esté manifiesto el error,
tenga conciencia de que la condición que experimenta está signada por dicho error
y de que la verdadera condición de sí mismo
y del universo es la que vivenció durante la Introducción directa.
no es suficiente para continuar automáticamente en la vía;
si, después de la Introducción directa,
surge la duda y ya no se sabe si la verdadera naturaleza de la realidad
es la que se experimentó durante la Introducción
o la que corresponde a la ilusión dualista y substancialista,
el individuo tendrá que volver una y otra vez a la condición de la Introducción,
hasta que, incluso cuando esté manifiesto el error,
tenga conciencia de que la condición que experimenta está signada por dicho error
y de que la verdadera condición de sí mismo
y del universo es la que vivenció durante la Introducción directa.
Será sólo entonces, cuando ya no permanezca en la duda,
que podrá cumplir con la tercera instrucción de Garab Dorlle
y «continuar en el estado (de rigpa o Verdad)».
Al comienzo, continuará en el estado en cuestión
sólo durante sesiones formales de práctica,
sólo durante sesiones formales de práctica,
con lo cual estará practicando lo que se conoce como Contemplación o gompa
y que puede definirse como «durante sesiones de práctica,
y que puede definirse como «durante sesiones de práctica,
continuar en el estado de rigpa o Verdad
que se descubrió al desocultarse el tawa o Visión».
que se descubrió al desocultarse el tawa o Visión».
Ahora bien,
a medida que vaya adquiriendo confianza y seguridad en la Contemplación y
a medida que vaya adquiriendo confianza y seguridad en la Contemplación y
por lo tanto en el estado de rigpa o Verdad,
podrá mantener el estado en cuestión
también fuera de las sesiones formales de Contemplación o gompa,
también fuera de las sesiones formales de Contemplación o gompa,
con lo cual estará manifestando el Comportamiento o chöpa.
De hecho,
otras enseñanzas establecen una diferencia radical
entre el estado de Contemplación o ñamshak69
y el de post-Contemplación o llethob,70
otras enseñanzas establecen una diferencia radical
entre el estado de Contemplación o ñamshak69
y el de post-Contemplación o llethob,70
insistiendo en que durante el primero
debemos permanecer en la condición libre de dualismo
y de valorización absolutización delusoria
que distintos vehículos identifican con la verdad absoluta,
debemos permanecer en la condición libre de dualismo
y de valorización absolutización delusoria
que distintos vehículos identifican con la verdad absoluta,
y durante el segundo debemos considerar la experiencia dualista
y valorizada delusoriamente como si fuese una ilusión, un espejismo,
un sueño y así sucesivamente.
y valorizada delusoriamente como si fuese una ilusión, un espejismo,
un sueño y así sucesivamente.
En el dzogchén, en cambio,
la post-Contemplación
no es otra cosa que la continuidad de la Contemplación misma
no es otra cosa que la continuidad de la Contemplación misma
en la vida cotidiana —o sea,
el Comportamiento en el sentido en el que se lo definió al comienzo de esta sección.
En las sectas monacales tibetanas que practican las enseñanzas tántricas,
por lo general se dice que externamente el practicante
debe exhibir la conducta que prescribe el hinayana,
debe exhibir la conducta que prescribe el hinayana,
manteniendo una actitud subyugada
que en todo momento muestre que se están observando los preceptos
propios de ese vehículo y que se está realizando la práctica;
que en todo momento muestre que se están observando los preceptos
propios de ese vehículo y que se está realizando la práctica;
se afirma que internamente el practicante
debe mantener la intención propia del mahayana,
debe mantener la intención propia del mahayana,
que es la de actuar por el bien de otros
y dedicarse a lograr la liberación de todos los seres que sienten,
y dedicarse a lograr la liberación de todos los seres que sienten,
y se señala que secretamente el practicante debe mantener el samaya
y la práctica del tantra.
y la práctica del tantra.
Esto no corresponde necesariamente al Comportamiento del atiyana-dzogchén.
En tanto que no hayamos consolidado nuestra práctica
por medio de la aplicación de los métodos más «avanzados»,
aunque en ocasiones logremos extender la Contemplación,
de modo que abarque las actividades de nuestra vida cotidiana,
durante esta última el error se manifestará una y otra vez,
interrumpiendo nuestra Contemplación.
Como se vio en la primera parte del libro,
el error implica una tendencia a establecer una autoimagen positiva
que induzca aceptación o admiración en los otros individuos
que comparten nuestros valores y en nosotros mismos,
pues erróneamente creemos que ello nos permitirá
hacer estables las sensaciones agradables
y evitar la manifestación de las desagradables.
Puesto que lo que más admiran
quienes comparten los valores del budismo es la realización,
la autoimagen más positiva que un budista
pueda establecer es la de sí mismo como realizado.
Mientras que, como vimos,
el comportamiento del hinayana implica mantener una actitud subyugada
que en todo momento muestre que se están manteniendo los preceptos
y se está realizando la práctica,
el Comportamiento del dzogchén es el comportamiento del Buda primordial,
Samantabhadra / "Kuntuzangpo"(«Todo Bueno»),
cuyo nombre significa que todo es viable: el nirvana es viable,
y las manifestaciones virtuosas y díscolas del error son ambas igualmente viables.
Cuando mantenemos la Contemplación en la vida diaria,
puesto que todo se libera de forma espontánea al surgir,
puesto que todo se libera de forma espontánea al surgir,
no hay peligro de que construyamos una falsa imagen de nosotros mismos
como realizados que han trascendido el samsara.
como realizados que han trascendido el samsara.
Cuando se manifiesta el error,
no tenemos que controlar su manifestación de modo
que nuestra conducta parezca corresponder a la que la vía de renuncia
atribuye al realizado budista;
atribuye al realizado budista;
así, pues, si espontáneamente surgen comportamientos bruscos,
impulsivos o díscolos,
impulsivos o díscolos,
aprovechamos su manifestación para,
en la medida en la que éstas contradicen la imagen del «realizado»,
en la medida en la que éstas contradicen la imagen del «realizado»,
frustrar el impulso a adherirnos a la imagen virtuosa que desearíamos consolidar,
usando la molestia ocasionada por las proyecciones negativas
que los demás puedan hacer sobre nosotros como una alarma
que nos recuerda aplicar las instrucciones de la práctica y que,
que los demás puedan hacer sobre nosotros como una alarma
que nos recuerda aplicar las instrucciones de la práctica y que,
de este modo, hace posible la liberación espontánea
de aquello que había interrumpido el estado de Contemplación.
Este mantener la Contemplación en todas las actividades de la vida diaria
y usar la manifestación habitual del error para lograr su liberación espontánea,
es lo que se conoce como Comportamiento (chöpa),
que constituye el tercer aspecto de la vía.71
Ahora bien, los falsificadores,
que en la «era de la oscuridad» son más abundantes que nunca,
también pueden imitar el Comportamiento de Samantabhadra,
manifestando toda clase de conductas díscolas
sin mantener el estado de Contemplación,
sin mantener el estado de Contemplación,
e incluso sin haber jamás obtenido la Introducción directa,
con el único objeto de hacer creer a otros
que son grandes practicantes del atiyana-dzogchén.
que son grandes practicantes del atiyana-dzogchén.
Es por esto que no hay signos externos
que permitan reconocer a un realizado o a un practicante avanzado de dzogchén:
el verdadero adepto sólo exhibirá su capacidad de Contemplación
cuando convenga que algún otro individuo la reconozca;
el falsificador podría imitar las formas de mirar propias de la Contemplación
y hasta el Comportamiento de Samantabhadra
a fin de hacer creer a otros que él o ella es un consumado practicante.
y hasta el Comportamiento de Samantabhadra
a fin de hacer creer a otros que él o ella es un consumado practicante.
Para concluir, cabe señalar que —como se sigue claramente de todo lo anterior— aunque la Introducción directa tiene lugar de manera súbita, a continuación sigue todo un proceso de progresiva Iluminación continua. Es por esto que se dice que el atiyana-dzogchén no es ni una enseñanza abrupta ni una enseñanza gradual. [..]
Parte II. Budismo
Y para terminar el recordatorio una imagen,
la continuidad férrea que transmite este yogui,
al no sucumbir durante casi cuarenta años,
a desviarse de su compromiso autoimpuesto.
EL HOMBRE QUE LLEVA 38 AÑOS
CON EL BRAZO LEVANTADO.
Un devoto de la India decidió levantar su brazo,
en honor al dios Shiva, en 1973,
y hasta la fecha su brazo jamás ha caído.
Algunos afirman que se trata de personificar un estandarte de paz y disciplina,
mientras que otros aseguran que el acto de inmovilizar su brazo
representa una tajante separación de los placeres mortales.
Sobra decir que ahora el brazo de Amar no es más que un trozo de carne y hueso,
inservible dentro del plano del pragmatismo material,
pero a la vez representa una especie de pulsante antorcha
que irradia la materialización impecable de una intención precisa.[..]
3 comentarios :
Gracias por tu dedicación en transmitir tanta sabiduria a traves de palabras...gracias de verdad es un placer para el alam leerte.
Un abrazo en el Dharma
Para el Alma
Enhorabuena Xaro por estar cerca de las soberanas enseñanzas alejadas de caminos provisionales, fuerte abrazo hermana vajra
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