[..] Las enseñanzas del linaje susurrado son el cálido aliento de la dakini.
Cuando Gurú Rimpoché se encontró
con la doncella Kumari a las puertas del palacio,
no supo que era una dakini de sabiduría
hasta que ella misma se reveló en todo su esplendor.
¿Por qué un maestro tan grande,
superior en realización y diestro en las vías del mundo,
no vería a Kumari como era realmente?
Si el mismo Gurú Rimpoché no pudo reconocer a la dakini,
¿cómo podría ver su rostro un practicante vajrayana ordinario?
con la doncella Kumari a las puertas del palacio,
no supo que era una dakini de sabiduría
hasta que ella misma se reveló en todo su esplendor.
¿Por qué un maestro tan grande,
superior en realización y diestro en las vías del mundo,
no vería a Kumari como era realmente?
Si el mismo Gurú Rimpoché no pudo reconocer a la dakini,
¿cómo podría ver su rostro un practicante vajrayana ordinario?
El relato del encuentro de Gurú Rimpoché con Kumari
revela la poderosa ambigüedad de la dakini,
su carácter oculto e inexpresable.
Por ser no conceptual,
no se la puede conocer como un objeto de la experiencia;
por sostener las llaves de la realización directa,
es una emisaria del despertar.
La dakini representa a los linajes del despertar
que se remontan ininterrumpidamente hasta el Buda pero,
al mismo tiempo,
representa el despertar individual en el momento presente.
Gurú Rimpoché manifestó un despertar repentino,
la inesperada apertura de la mente convencional al
amanecer de la sabiduría no dual.
Cuando alguien como Gurú Rimpoché tiene tal experiencia,
sabemos que cualquier practicante de budismo tántrico
puede encontrar a la dakini en su significado más completo y profundo.
revela la poderosa ambigüedad de la dakini,
su carácter oculto e inexpresable.
Por ser no conceptual,
no se la puede conocer como un objeto de la experiencia;
por sostener las llaves de la realización directa,
es una emisaria del despertar.
La dakini representa a los linajes del despertar
que se remontan ininterrumpidamente hasta el Buda pero,
al mismo tiempo,
representa el despertar individual en el momento presente.
Gurú Rimpoché manifestó un despertar repentino,
la inesperada apertura de la mente convencional al
amanecer de la sabiduría no dual.
Cuando alguien como Gurú Rimpoché tiene tal experiencia,
sabemos que cualquier practicante de budismo tántrico
puede encontrar a la dakini en su significado más completo y profundo.
Revisemos la "hermenéutica de la sospecha",
de Paul Ricoeur,
que identifica las cualidades más esenciales del símbolo,
diferenciándolas de esos aspectos de la dakini
que están sujetos a las inclinaciones y
las interpretaciones culturales.
Desde esta perspectiva,
¿qué es lo esencial en la comprensión de una dakini?
¿Cuándo está su realidad menos intervenida o
menos ligada culturalmente?
Según el método de Ricoeur,
las dimensiones meditativas de la dakini
son el acceso más directo del practicante a la esencia del símbolo.
Siguiendo las tradiciones que hemos descrito,
la dakini puede encontrarse,
especialmente, en las prácticas rituales y
sin forma (utpattikrama, kyerím; sampannakrama, dzog-rim),
que incluyen la ejecución de la sadana del yidam(s),
las diversas prácticas del yoga del cuerpo sutil,
y la práctica sin forma del mahamudra
de morar en la naturaleza de la mente.
Los aspectos de máxima "sospecha",
en su mayoría sujetos a influencias culturales y
a interpretaciones erróneas,
son las dimensiones culturales extraídas de
interpretaciones que presentan a las mujeres
como encarnaciones vivientes de la dakini,
y de las historias hagiográficas
de encuentros con la dakini.
La forma de hablar sobre la dakini en tales relatos,
cuando éstos se consideran independientemente,
los hace más susceptibles a una interpretación equivocada.
Cuando estas fuentes se interpretan
dentro del contexto de la práctica y
el ritual de meditación,
la tradición de la mujer- dakini,
o los encuentros con la dakini,
tiene un potencial de significado profundo.
de Paul Ricoeur,
que identifica las cualidades más esenciales del símbolo,
diferenciándolas de esos aspectos de la dakini
que están sujetos a las inclinaciones y
las interpretaciones culturales.
Desde esta perspectiva,
¿qué es lo esencial en la comprensión de una dakini?
¿Cuándo está su realidad menos intervenida o
menos ligada culturalmente?
Según el método de Ricoeur,
las dimensiones meditativas de la dakini
son el acceso más directo del practicante a la esencia del símbolo.
Siguiendo las tradiciones que hemos descrito,
la dakini puede encontrarse,
especialmente, en las prácticas rituales y
sin forma (utpattikrama, kyerím; sampannakrama, dzog-rim),
que incluyen la ejecución de la sadana del yidam(s),
las diversas prácticas del yoga del cuerpo sutil,
y la práctica sin forma del mahamudra
de morar en la naturaleza de la mente.
Los aspectos de máxima "sospecha",
en su mayoría sujetos a influencias culturales y
a interpretaciones erróneas,
son las dimensiones culturales extraídas de
interpretaciones que presentan a las mujeres
como encarnaciones vivientes de la dakini,
y de las historias hagiográficas
de encuentros con la dakini.
La forma de hablar sobre la dakini en tales relatos,
cuando éstos se consideran independientemente,
los hace más susceptibles a una interpretación equivocada.
Cuando estas fuentes se interpretan
dentro del contexto de la práctica y
el ritual de meditación,
la tradición de la mujer- dakini,
o los encuentros con la dakini,
tiene un potencial de significado profundo.
Desde esta perspectiva,
podemos volver al encuentro de
Gurú Rimpoché con Kumari.
A primera vista,
si se considera como un encuentro independiente
entre el yogui y la dakini,
es fácil malinterpretar el mensaje de la dakini.
Un Junguiano podría pensar que Gurú Rimpoché
se ha encontrado con su inconsciente,
los aspectos emocional o intuitivo de sí mismo que antes desconocía.
Una interpretación feminista consideraría a Kumari
como la diosa ginocéntrica que instruyó a Gurú Rimpoché
sobre el respeto que se debe a las mujeres, fuente de toda sabiduría.
Ambas interpretaciones se apoyan con demasiada fuerza
en la vinculación cultural del encuentro y
en una comprensión dualista del yogui y de la dakini.
Las interpretaciones que se basan en los contextos meditativos
del símbolo de la dakini se aproximan mucho más a
una lectura correcta de la historia.
Para el yogui, Kumari representaba el significado interior
de su experiencia yóguica y
la necesaria preparación para el encuentro con la Dakini Reina.
Si Gurú Rimpoché debía recibir
la bendición iniciática de la Reina Dakini de
la Sabiduría Secreta,
era esencial que se preparara yóguicamente.
Primero se examinó su visión sagrada
podemos volver al encuentro de
Gurú Rimpoché con Kumari.
A primera vista,
si se considera como un encuentro independiente
entre el yogui y la dakini,
es fácil malinterpretar el mensaje de la dakini.
Un Junguiano podría pensar que Gurú Rimpoché
se ha encontrado con su inconsciente,
los aspectos emocional o intuitivo de sí mismo que antes desconocía.
Una interpretación feminista consideraría a Kumari
como la diosa ginocéntrica que instruyó a Gurú Rimpoché
sobre el respeto que se debe a las mujeres, fuente de toda sabiduría.
Ambas interpretaciones se apoyan con demasiada fuerza
en la vinculación cultural del encuentro y
en una comprensión dualista del yogui y de la dakini.
Las interpretaciones que se basan en los contextos meditativos
del símbolo de la dakini se aproximan mucho más a
una lectura correcta de la historia.
Para el yogui, Kumari representaba el significado interior
de su experiencia yóguica y
la necesaria preparación para el encuentro con la Dakini Reina.
Si Gurú Rimpoché debía recibir
la bendición iniciática de la Reina Dakini de
la Sabiduría Secreta,
era esencial que se preparara yóguicamente.
Primero se examinó su visión sagrada
mediante una prueba clásica, para conocer su intención y
eliminar sus obstáculos; a continuación,
Gurú Rimpoché fue introducido en el mandala de
las deidades pacíficas yairadas del tantra mahayoga,
que se le revelaría totalmente en una iniciación posterior.
Este encuentro le proporcionó una actitud respetuosa,
confianza, y la visión sagrada,
requisitos necesarios para entrar en el sanctasanctórum del mandala
de las deidades del mahayoga-yana.
eliminar sus obstáculos; a continuación,
Gurú Rimpoché fue introducido en el mandala de
las deidades pacíficas yairadas del tantra mahayoga,
que se le revelaría totalmente en una iniciación posterior.
Este encuentro le proporcionó una actitud respetuosa,
confianza, y la visión sagrada,
requisitos necesarios para entrar en el sanctasanctórum del mandala
de las deidades del mahayoga-yana.
Posiblemente,
lo más provocativo en la tradición de la dakini es la
¡dea de que la dakini sea un símbolo femenino y,
al mismo tiempo, esté completamente más allá del género.
Aunque Kumari era una figura femenina,
en el interior de su cuerpo se reveló el espacio infinito
en el que se podían percibir
las deidades pacíficas y airadas del mandala.
Mirado desde la hermenéutica de la sospecha de Ricoeur,
esto sugiere que la esencia de las dakinis carece de género,
aunque adopte una forma femenina en el reino del símbolo.
Como deidad femenina,
representa la carencia de existencia inherente del género,
aun cuando redefine el género en sí misma y
en todos los seres humanos.
Si el practicante basa su interpretación en
la experiencia meditativa,
él o ella encontrará que la dakini,
encarnada o visionaria,
tiene poder para licuar conceptos —incluso aquéllos sobre el género—
aun cuando adopte la forma sexuada de una mujer,
hermosa o aterradora.
En un destello,
comunica que el mundo de la dualidad es
un medio de expresión perfecto y
único de aquello que está más allá de la dualidad.
El modo en que se la percibe depende de
la visión sagrada (tag-nang) del practicante. [..]
* Basado en extractos del libro Judith Simmer-Brown.lo más provocativo en la tradición de la dakini es la
¡dea de que la dakini sea un símbolo femenino y,
al mismo tiempo, esté completamente más allá del género.
Aunque Kumari era una figura femenina,
en el interior de su cuerpo se reveló el espacio infinito
en el que se podían percibir
las deidades pacíficas y airadas del mandala.
Mirado desde la hermenéutica de la sospecha de Ricoeur,
esto sugiere que la esencia de las dakinis carece de género,
aunque adopte una forma femenina en el reino del símbolo.
Como deidad femenina,
representa la carencia de existencia inherente del género,
aun cuando redefine el género en sí misma y
en todos los seres humanos.
Si el practicante basa su interpretación en
la experiencia meditativa,
él o ella encontrará que la dakini,
encarnada o visionaria,
tiene poder para licuar conceptos —incluso aquéllos sobre el género—
aun cuando adopte la forma sexuada de una mujer,
hermosa o aterradora.
En un destello,
comunica que el mundo de la dualidad es
un medio de expresión perfecto y
único de aquello que está más allá de la dualidad.
El modo en que se la percibe depende de
la visión sagrada (tag-nang) del practicante.
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